CUIDADOS BÁSICOS I
Son muchas las personas, amigos y familiares que llaman para comentarme la nueva experiencia con su pequeña mascota. Cuando estaba en la clínica era una de las consultas más habituales, y es que es normal que surjan muchas dudas ante la nueva llegada al hogar del que será, sin duda, uno más de la familia. Pues bien, con este artículo espero aclarar, desde mi experiencia como veterinaria y como criadora, todas esas cuestiones que se pueden presentar ante nuestro nuevo amigo.
ALIMENTACIÓN
¿Qué le doy de comer a mi cachorro? Esta es una de las preguntas más comunes y más importantes que hay que tener en cuenta cuando nos hacemos con una mascota. Muchas personas recurren a la leche pensando que puede ser lo mejor para un animal tan pequeño y que acaba de ser apartado de su madre, pero en numerosas ocasiones tienen que recurrir a la clínica posteriormente porque han visto que las heces de su cachorro son demasiado blandas. La leche es un alimento necesario para los cachorros más pequeños (hasta el mes de edad aproximadamente), teniendo en cuenta que ésta debe ser especial para cachorros, ya que la de vaca la asimilan muy mal produciendo, en muchos casos, graves diarreas, además de no aportar los nutrientes necesarios para esa edad.
En términos generales, la alimentación de un cachorro hasta el mes de edad (y si ha sido separado de la madre) se debe basar en leche de cachorro especial (en el mercado existen de varias marcas de buena calidad), que se puede complementar alrededor de la 4ª semana de edad con pienso tipo Puppy, que se recomienda remojar y deshacer para que lo pueda ingerir mejor, ya que hay que tener en cuenta que a esta edad todavía no tienen los dientes bien desarrollados. Se puede continuar con esta alimentación hasta la 6ª semana de edad, que es cuando, la mayoría de los cachorros disponen de los dientes para masticar el pienso seco. Entonces se continuará con el pienso seco tipo Puppy hasta aproximadamente los 3 meses de edad, será entonces cuando podamos cambiar a un pienso de cachorro normal y siempre específico en función del tamaño de la raza. Es importante tener en cuenta, y esto sirve para cachorros y adultos, que cualquier cambio de alimentación se debe realizar siempre progresivamente, es decir, que durante unos días se mezclen ambos piensos para poder detectar cualquier alteración o alergia que pueda generar en la mascota.
Otra consideración a tener en cuenta es la frecuencia con la que se debe alimentar. Los cachorros cuando están con su madre comen siempre que tienen hambre, por lo que, para no alterar su fisiología, habrá que respetar esta sistemática, sobre todo en los primeros meses. Lo ideal es que durante el primer mes se ofrezca cantidades muy pequeñas cada 3 o 4 horas. A partir de la 4ª semana podemos ir reduciendo progresivamente el número de tomas, hasta reducirlas a 2 o 3 tomas al día, que es la frecuencia ideal hasta la edad adulta. Es importante que la cantidad de alimento se adapte a las recomendaciones diarias especificadas en el envase, en función de la edad y el peso de la raza.
Para terminar esta primera entrega de los cuidados básicos del cachorro, os voy a recordar algunas prácticas y consejos en la alimentación de los cachorros: 1. Evitar siempre la leche de vaca, y si en algún momento la utilizais, de manera puntual, optar por leche desnatada. 2. Es recomendable introducir, lo antes posible, alimento seco (pienso), para que el organismo y sistema digestivo del cachorro se vaya adaptando a este tipo de alimentación. Se debe evitar el alimento húmedo, sobre todo a edades tempranas. Por experiencia, los veterinarios sabemos que en cachorros criados con este tipo de alimentación (comida de lata o similares) la adaptación posterior al pienso es mucho más complicada. 3. Evitar comida casera. Es muy difícil conseguir una dieta equilibrada con este tipo de alimentación y además es origen de muchas alteraciones digestivas. 4. Respetar siempre las cantidades diarias recomendadas por el fabricante del pienso y repartirlas en unas 3 o 4 veces al día. No dejar que la mascota coma a demanda, es decir, a libre voluntad, ya que aumenta el riesgo de sobrealimentación, sobre todo en las razas más glotonas. 5. También se recomienda alimentar al cachorro durante un período prefijado, es decir, reducir su tiempo de alimentación a unos 5 o 10 minutos.